martes, 9 de marzo de 2010

Cuento

Cuento De Facundo Cabral

Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo, buscó la casa del zapatero y le dijo: Hermano, soy muy pobre, no tengo una sola moneda en la bolsa y éstas son mis únicas sandalias, están rotas, si tu me haces el favor. El zapatero le dijo, estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar. El Señor le dijo, yo puedo darte lo que tú necesitas. El zapatero desconfiado viendo un mendigo le preguntó. ¿Tú podrías darme el millón de dólares que necesito para ser feliz? El Señor le dijo: yo puedo darte diez veces más que eso, pero a cambio de algo. El zapatero preguntó ¿ a cambió de qué? A cambio de tus piernas. El zapatero respondió para qué quiero diez millones de dólares si no puedo caminar. Entonces el Señor le dijo, bueno, puedo darte cien millones de dólares a cambio de tus brazos. El zapatero respondió ¿para qué quiero yo cien millones de dólares si ni siquiera puedo comer solo? Entonces el Señor le dijo, bueno, puedo darte mil millones de dólares a cambio de tus ojos. El zapatero pensó poco ¿para qué quiero mil millones de dólares si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos? Entonces el Señor le dijo: ¡ Ah, hermano! Qué fortuna tienes y no te das cuenta.

Mas canciones

Como estabamos hablando ahí teneis otra canción dedicada a Jesucristo,pero esta vez de un grupo famoso que seguro que todos conoceis

domingo, 7 de marzo de 2010

Cantantes y canciones cristianas

Ahí teneis un ejemplo de canción cristiana,tal y como estubimos hablando tambien algunos cantantes se dedican a bendecir o alabar a Dios con su música

lunes, 22 de febrero de 2010

Jerusalen

Semana de Andalucia

Esta semana nuestro centro celebra el día de Andalucía con distintos actos.Desde nuestra área vamos tambien a conocer personajes ilustres andaluces,en este caso vamos a conocer un santo andaluz

domingo, 21 de febrero de 2010

Santos Andaluces

FRANCISCO DE OSUNA
1492 (?) - 1540 (?)
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Fray Francisco de Osuna, franciscano (OFM), nació en Osuna (Sevilla) hacia 1492 y murió hacia 1540. Escritor ascético. De familia modesta que estaba al servicio de los Téllez Girón, condes de Ureña. A la edad de dieciocho años asiste a la conquista de Trípoli (25-VIII-1510), a las órdenes del general Navarro. A su regreso, orienta su vida hacia la carrera eclesiástica y estudia, de 1510 a 1513, los rudimentos de latín y las primeras nociones de Retórica, seguramente en Sevilla, en el Colegio-Universidad de maese Rodrigo de Santaella. En 1513 vestía el hábito franciscano, según todos los indicios, en la provincia de Castilla. Hecha la profesión, habrá que contar con un mínimo de ocho años de estudios, 1514-1522: un año en San Antonio de la Cabrera para perfeccionar las Humanidades, tres en Torrelaguna para la Filosofía, y cuatro para la Teología en el convento de Alcalá donde, en calidad de externo, sigue los cursos de la Universidad, pero sin sacar título académico, honor reservado entonces a pocos religiosos. Por consiguiente, entre 1518-1522, sería condiscípulo del célebre Francisco Ortiz y, por consiguiente, discípulo de Clemente, Carrasco, Ciruelo, Sancho de Miranda, Alfonso de Castro y Antonio de Nebrija.

La ordenación sacerdotal tendría lugar hacia 1519-1520, pero el nuevo sacerdote permanecería dos o tres años en el convento de Alcalá para terminar la Teología e iniciarse en el ministerio apostólico. Consta que en 1523 residía en el eremitorio de la Salceda donde los religiosos y los fieles le consultaban sobre cuestiones místicas. Pudo ser en este tiempo (1523-1526) cuando nuestro personaje permaneció en la provincia de Los Angeles que, animada del espíritu de Juan de la Puebla, era, según el testimonio del propio Osuna, la más fervorosa de las provincias de España. Parece ser que entre 1526-1530 pasó algún tiempo en Escalona, residencia de D. Diego Pacheco, duque de Escalona y marqués de Villena, a quien va dirigido el tercer Abecedario, aparecido en Toledo el 31-VIII-1527.

Frente a la doctrina de los alumbrados, que tanto pululaban en este tiempo, Osuna defiende en sus obras la sana doctrina del recogimiento. Por entonces desarrolla una gran actividad literaria, pues de noviembre de 1528 a junio de 1531 publica nada menos que cinco obras en castellano. A finales de 1531 se encontraba en Sevilla invitado por el cardenal arzobispo D. Alonso Manrique. El vicario general de los franciscanos, Antonio de Calcena, preside en Guadalajara, el 4-X-1528, un Capítulo de las provincias franciscanas de España, y en él es nombrado Osuna comisario general de Indias, cargo que ocupa hasta el 16-V-1529; aunque nunca fue a América ocupado en la impresión de sus obras, desde Sevilla, donde permanece durante este tiempo, se preocupa por los misioneros franciscanos de ultramar.

A partir de 1532 y hasta 1536, Osuna permanece en el extranjero. Por Pentecostés de 1532 asiste en Toulouse a la Congregación general de la familia Ultramontana, tal vez como compañero del provincial de Castilla, Diego de Cisneros. Provisto de una obediencia del ex comisario Matías Weynsen, su protector, sale de Toulouse para Lyón y de aquí hacia París donde lo encontramos en octubre de 1533; a comienzos de 1534 se encontraba en Amberes, donde permanece hasta finales de 1536, ocupado en la impresión de dos obras y en atender a los comerciantes españoles allí establecidos. Aprovechando su estancia en Amberes hace un viaje a Colonia, entrando en Alemania por Aquisgrán. Terminado su trabajo en los Países Bajos, embarcó en Amberes rumbo a España a finales de 1536, llegando a Vigo o La Coruña a comienzos de 1537. De regreso en la provincia religiosa, tenemos escasas noticias sobre la actividad de sus últimos años, pero sobrevivió poco tiempo, pues debió de fallecer en 1540 ó 1541, si bien desconocemos el lugar de su fallecimiento.

Obras: Abecedario espiritual, 1.ª parte, Sevilla 1528; 2.ª parte, Sevilla 1530; 3.ª parte, Toledo 1527; 4.ª parte, Sevilla 1530; 5.ª parte, Burgos 1542; 6.ª parte, Medina del Campo 1554; Gracioso combite de las gracias del sancto Sacramento del altar, Sevilla 1530; Norte de los estados, Sevilla 1531; Sanctuarium biblicum, Toulouse 1533; Pars meridionalis, París 1533; Expositio super «Missus est», Amberes 1535; Pars occidentales, Amberes 1536; Trilogium evangelicum, Amberes 1536.

Bibliografía: Fidel de Ros, Un maître de Ste. Thérèse. Le P. François d'Osuna. Sa vie, son oeuvre, sa doctrine spirituelle, París 1936.

[Manuel de Castro, OFM, s.v. Osuna. Francisco de, en Q. Aldea (dir), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, III, Madrid 1973, 1850-1851].

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FRANCISCO DE OSUNA

Escritor místico franciscano de extraordinario influjo en la mística española del siglo XVI. Nace en Osuna (Sevilla) hacia 1492. Toma el hábito franciscano en la Provincia de Castilla hacia 1513 y cursa sus estudios en casas de la Orden y en Alcalá. Ordenado sacerdote hacia 1520, es destinado al convento de la Salceda, donde mantiene relaciones con los alumbrados, pero sin contagiarse de sus errores. En 1528-29 es nombrado Comisario General de Indias en Sevilla, donde publica algunas de sus obras. Entre 1532 y 1537 reside en Francia y Países Bajos y publica sus obras latinas. Vuelto a España, muere hacia 1540.

Es considerable su producción literaria: Tercer Abecedario, Toledo 1527 (su obra maestra, sobre el recogimiento); Primero, Sevilla 1528 (sobre la Pasión); Segundo, ib. 1530 (ejercicios ascéticos); Cuarto o Ley de amor, ib. 1530 (sobre el amor divino); Gracioso convite, ib. 1530 (sobre la comunión, incluso frecuente); Norte de estados, ib. 1531 (espiritualidad seglar); Sanctuarium biblicum: Pars septentrionalis, Toulouse 1533 (sermones latinos); Pars meridionalis, París 1533; Missus est (sobre la Encarnación) con la Pars orientalis, Amberes 1536; Pars occidentalis, ib. 1536; Quinto Abecedario, Burgos 1542 (póstumo, sobre riqueza y pobreza); Sexto, Medina 1554 (sobre las cinco Llagas). Las obras españolas tuvieron más de 40 ediciones con traducciones diversas, las latinas más de 23.

Su síntesis doctrinal -intelectual afectiva- aunque no sistemática y carente de precisiones, que son fruto de la mística posterior, es original y completa. Carece de plan lógico en la exposición (agrupa arbitrariamente las doctrinas según las letras del alfabeto) y su estilo es directo, elocuente, matizado, de vocabulario riquísimo y abundante en metáforas, pecando a veces de prolijidad oratoria e incluso de preciosismo. Tiene el gran mérito de haber sido el primero en escribir de mística en castellano, dejando así la lengua preparada para la obra de los místicos carmelitas, de los cuales es predecesor y maestro. A pesar de vivir en pleno renacimiento, su mentalidad es netamente escolástica. Escotista, sigue en muchas cosas a S. Tomás y al nominalismo. Su doctrina mística depende mucho de S. Bernardo (y apócrifos) y sobre todo de Ricardo de S. Víctor y Gersón. Emplea a S. Bernardino de Siena, S. Vicente Ferrer, Ubertino de Casale, el Cartujano, etc.

Encontramos en Osuna toda la temática de la escuela y espiritualidad franciscana, pero su principal característica es la de haber estructurado y divulgado la doctrina sobre la oración de recogimiento que se practicaba en los conventos franciscanos en la época y es luego recogida por la mística posterior (Sta. Teresa). Este recogimiento consiste en una simple y purísima mirada a Dios, en lo íntimo del alma y sin ayuda de conceptos o imágenes (pobreza espiritual), para allegarse con amor «al incogitable Dios, que con sólo amor se deja tocar» (IV Ab. cap. 26), hasta llegar a la unión transformante. Se llega a él pasado un largo proceso de ascetismo y ejercicio de la oración discursiva. Dicha mirada a Dios es compatible en los perfectísimos con la representación de la humanidad de Cristo, pero conviene a los que no lo son, y a causa de su imperfección misma, prescindir a veces de ella para poderse fijar en Dios desnudamente. Osuna valora la consolación espiritual (desconfiando de los fenómenos extraordinarios), que deriva naturalmente de la presencia amorosa de Dios, quien sólo la retira para probar al alma. Doctrinas éstas que, aunque hayan sido a veces mal interpretadas, se mantienen dentro de la rigurosa ortodoxia como se desprende de una lectura atenta de sus obras. Osuna ha influido grandemente en los místicos españoles del siglo XVI, especialmente en los carmelitas; en los franciscanos, Bernardino de Laredo, Juan de los Ángeles, S. Pedro de Alcántara; en fray Luis de Granada, Baltasar Álvarez, Bartolomé de los Mártires, etc.

[Pedro de Alcántara Martínez, OFM, s.v. Osuna, Francisco de, en Gran Enciclopedia Rialp. Tomo XVII. Madrid, Ed. Rialp, 1973, p. 515].

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VIDA Y OBRAS DE
FRANCISCO DE OSUNA

por Melquíades Andrés

1. NACIMIENTO Y JUVENTUD

martes, 16 de febrero de 2010

Miércoles de Ceniza

Miércoles de Ceniza. ¿Qué es eso de la Cuaresma?
Oriol Domingo | 15/02/2010 - 23:40 horas

1. Este miércoles, 17 de febrero, es Miércoles de Ceniza. Comienza la Cuaresma. Es el período de cuarenta días que preceden a la celebración de la Pascua. Eso es, según la fe cristiana, la muerte y resurrección de Jesús.


2. ¿Qué es eso de la Cuaresma? ¿Por qué se celebra? ¿Cómo? ¿Para qué? Cabe formular estas preguntas dado el desconocimiento existente sobre cuestiones básicas de cultura religiosa.


3. Medios sociales y mediáticos, además, propugnan la información y la divulgación de las culturas y concepciones religiosas de la nueva emigración. Este conocimiento es imprescindible para fomentar y consolidar la mutua comprensión y la convivencia. Está bien que sea así. Muy bien. Lo sorprendente es que se propugne el conocimiento de estas nuevas concepciones culturales y religiosas pero haya un desconocimiento generalizado de la histórica concepción cultural y religiosa existente en el propio país.


4. Cuaresma equivale a estos cuarenta días vividos con momentos de desierto silencioso y de soledad para facilitar la revisión de la propia existencia. Para el cristiano, esta revisión se realiza a la luz de las propias circunstancias y del Evangelio de Jesús.


5. Benedicto XVI propugna este año, en su anual mensaje cuaresmal, una reflexión sobre la justicia. Al fin y al cabo, la justicia clama al cielo en estos tiempos de fuerte y larga crisis económica y social. "El anuncio cristiano –dice el Papa- responde positivamente a la sed de justicia del hombre (…) El cristiano se ve impulsado a contribuir a la formación de sociedades justas, donde todos reciban lo necesario para vivir según su propia dignidad de hombres y donde la justicia sea vivificada por el amor".